Parte 4 de 7 – ver parte 3, 2 , 1
Lunes 24 de Octubre. Nuestro destino sería un poco más lejano. Iríamos al refugio Nuevos Horizontes del parque Los Illinizas. El mismo nos albergaría para el primer 5 mil: el Illiniza Norte. En auto solo se puede llegar hasta un punto de estacionamiento y desde ahí toca caminar con la mochila hasta el refugio.
El desnivel para llegar de alrededor de mil metros sería más que notable. Afortunadamente, la cima se haría la mañana siguiente por lo que habría más que suficiente tiempo para reposar. El trayecto fue tranquilo, pero demandante.
La mayor recompensa fue llegar al refugio, no solo por la posibilidad de descanso, sino por el ambiente que se vivió en el lugar. Ahí primero nos encontraríamos con una señora y su guía, quien sufriendo de mal de altura y con dudas aún mantuvo ánimos por seguir la aventura. A las horas llegarían al menos dos grupos más con sus guías, llenando el refugio no solo de personas sino de historias y camaradería. Para mí fue un honor poder ser parte de dicho momento, el cual no puedo negar me llenó de mucha emoción.
Uno de los compañeros que llegó y compartiría más con nosotros se nos presentó como Ryan, proveniente del estado de Kentucky, EEUU. En la mesa estaríamos disfrutando de la comida, la cual obviamente incluiría una sopa, de las mejores que he tenido en mi vida.
Esa noche supe que algunas personas, bajo los efectos del mal de altura y la aclimatación, no podrían dormir. Yo pude dormir cómodamente, aunque tuve que abrir el saco de dormir. Con el refugio lleno, no se sentían las bajas temperaturas del exterior.
La mañana siguiente empezó con un buen desayuno y poco después emprenderíamos el resto de nuestro camino hacia la cima. El terreno estaría mayormente compuesto por rocas sueltas, aunque pronto empezaríamos a toparnos con ligeros parches de nieve en los alrededores, además de neblina.
Llegaríamos a un punto donde tendríamos que armarnos con los arnés y enlazarnos con cuerda en fila. Las rocas sueltas y el terreno que empezaba a tomar gran desnivel requerían de estas medidas y cautela.
Recorreríamos eventualmente por el Paso de La Muerte, donde por fortuna ninguno de los grupos tuvo problemas en cruzar. Para entonces ya podía sentir el cansancio por el fuerte recorrido, pero aún maravillado.
Especialmente en los momentos que la neblina descubría las vistas de una laguna y el aún más impresionante Illiniza Sur, cuya cima no solo es más alta, sino que requiere de mayor técnica en escalada y suele estar cubierta por nieve durante todo el año.
Nuestro esfuerzo sería recompensado al llegar a la cima de mi primer 5 mil. El retorno no cabe en mi memoria pero me han dicho que mi ritmo fue bastante lento en esa ocasión. En todo caso, llegamos bien de vuelta al refugio y luego al inicio del sendero.
Los itinerarios de aclimatación por lo general incluyen el ascenso al Cotopaxi, por ser el segundo punto más alto de Ecuador. Sin embargo, desde finales del 2015 solo es posible visitar el parque y alrededores, mas no se permiten los ascensos a la cima del volcán activo. Tal vez por esto nuestro próximo hospedaje sería en un hotel cercano al parque. El mismo tendría hermosas vistas hacía el volcán, pero nuestra breve estadía la usaríamos principalmente para reposar. En esta ocasión el turno para obviar la cena la tomó nuestro colega Paco, quien la pasó dormido hasta la mañana siguiente.
http://tiendapedia.com/2016/11/enfrentando-limites-en-cayambe/
Categories: Aventuras
Tags: Ecuador.