Llevo dos visitas al área de campamento de la Reserva Forestal La Yeguada. Ambas han ofrecido una espectacular estadía de campismo que está al alcance de cualquier persona que desee visitar el lugar. No eran mis planes originales para navidad, pero presentó un excelente sitio para relajarse y, siendo mi primera experiencia de campismo por mi cuenta, ganar confianza para próximas aventuras.

Nota: esta sección de artículos desea compartir mis experiencias más no es una guía por lo que cualquier accidente o mal hábito solo se comparte con la intención de ofrecer mis experiencias y no de dar un mal ejemplo.

Llegar es bastante sencillo, a menos que estés aburrido como yo y prefieras dejar a Waze que elija tu ruta. Desde la primera vez que fui, por algún motivo Waze ya no desea utilizar la ruta alterna por el Jagüito, la cual es un poco más corta aunque la carretera no está en las mejores condiciones. Sin embargo, en vez de recomendar la interamericana hasta la vía a Calobre, desea guiarte por toda clase de accesos rurales de tierra y tosca alrededor. Waze literalmente me pidió cruzar una quebrada para poder seguir en la ruta. Lastimosamente yo le prometí a mi auto que antes de volverlo a meter en este tipo de terreno le haría una serie de mantenimientos de los cuales llevo un 50% de avance al redactar este artículo. Mientras tanto, tocó retornar.

Una vez se llega a Calobre, la ruta es fácil de seguir e inclusive tengo pendiente unas paradas en las aguas termales que anuncia un letrero en el camino.

La Reserva Forestal La Yeguada tiene como características principales el frondoso bosque de Pinos y la laguna, la cual abastece con agua una planta hidroeléctrica así como interactúa con ríos del área. La reserva provee también fuente de pesca para lugareños y un punto turístico obligatorio para visitantes.

Cuenta con un area de campamento a orillas de la laguna, la cual usualmente es supervisada por alguien, aunque en esta última visita nunca pude encontrar al encargado.

Al llegar se encontraban varios grupos tanto de familias como de turistas visitando y acampando en el lugar. Inclusive uno de los visitantes llevó consigo un drone Inspire 1. Decidí caminar un poco alrededor de la laguna, la cual estaba mucho más seca en mi visita previa hace varios meses atrás, por lo que el camino se daba por senderos cortos a través de ramas. Otras personas también se encontraban en el camino admirando el lugar. Pocos minutos después quedé sobre un camino que termina colindando con la laguna. Decidí acampar aquí con la intención de separarme un poco de la gran cantidad de gente que había pero siempre teniendo una ruta que seguir para cualquier eventualidad. Dicha ruta la camine antes y da con la carretera cuesta arriba. Nuevamente en poco tiempo encontré mi auto y cargue mi mochila de vuelta hacia mi punto elegido para camping.

Siendo mi primera experiencia de camping por mi cuenta, inicialmente pensé que no sabría que hacer con tanto tiempo libre. Pero en lo que guindé la hamaca, lona, mochila y armaba la estufa, la tarde avanzaba. Cae la noche, con un clima fresco y enciendo la estufa. Con facilidad preparo un chocolate caliente, ya que hambre no tenía. Inicialmente está demasiado caliente por lo que lo dejo reposar, mientras que la luna me sorprende apareciendo a través de los pinos, detrás de la silueta negra de uno de los cerros del área. Intento tomar un par de fotos pero reconozco que nunca le harán justicia por no utilizar los lentes correctos. El chocolate caliente desciende a una temperatura perfecta mientras contemplo la bella noche y lo rápido que recorre la luna sobre el cerro. Pasan solo minutos cuando la misma empieza a reflejarse sobre la laguna.

La paz y tranquilidad permiten que el tiempo no se sienta ni demasiado rápido, ni demasiado lento. Terminada y disfrutada la bebida, busco mi hamaca. Ahí acomodo el sleeping pad para evitar demasiado frío en la espalda durante la noche. Entro y la misma funciona a la perfección. Adentro, a través del mosquitero, aún se aprecia la luna, la cual ilumina cómodamente el interior. Utilizo este tiempo para encender mi Kindle y leer un par de capítulos de AWOL en el Appalachian Trail y por fin termino de leer el primer volumen de Millenium.

Los ojos empiezan a pedir reposo por lo que empiezo a dormir. Fue una noche comoda, aunque siempre que acampo me despierto en varias ocasiones.

La mañana siguiente inicia poco antes de salir el sol. Instalo la estufa que guardé anoche en la mochila. Caliento agua y preparo café en la cafetera francesa, la cual es practica para llevar y permite una taza fresca, sin necesidad de polvos instantáneos.

El sol empieza a tintar de dorado la laguna y los alrededores de lo cual tomo ventaja para hacer fotografías. Al tener suficientes, empiezo a guardar mis implementos y armar mochila para retirarme. Durante el trayecto de retorno, el paisaje permitió apreciar los rayos del sol a través de los pinos. Un par de kilometros después llego al auto. Meto la mochila de campismo y saco la del drone Phantom II. Me dirijo a un espacio que da con la laguna, con un árbol perfecto para iniciar el vuelo. Sin embargo, no pude ver en el momento lo que filmaba ya que la batería del monitor se había agotado. De todas maneras fueron 10 minutos de sana diversión y pude obtener unas tomas de la laguna repleta en comparación con las dos primeras visitas.

Reflexionando en que no hubo inconvenientes y consiente de poder regresar ya que la región tiene mucho más para ofrecer, declaro una misión cumplida y durante mi retorno, acompañado de paisajes de montaña, empiezo a planear para la próxima semana, de año nuevo, en Volcán Barú.

Ok, en el retorno también me perdí un poco pero encontré un par de sitios interesantes…