Ecuador – Tiendapedia.com https://tiendapedia.com Guía de Aventuras Wed, 14 Dec 2016 22:11:29 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://tiendapedia.com/wp-content/uploads/2016/01/cropped-Screen-Shot-2016-01-20-at-9.46.36-PM-32x32.png Ecuador – Tiendapedia.com https://tiendapedia.com 32 32 Ahí Vamos Chimbo https://tiendapedia.com/2016/12/ahi-vamos-chimbo/ https://tiendapedia.com/2016/12/ahi-vamos-chimbo/#respond Wed, 14 Dec 2016 22:10:19 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1255 Parte 7 de 7 – ver parte 65432 , 1

El Sábado 29 de Octubre sería un largo día. Desde Baños estaríamos en ruta hacia Chimborazo la mayor parte de la jornada. Nos detendríamos por una comida ligera y luego en un supermercado para comprar snacks y otras comidas para más luego.

En lo personal, ya había decidido hacer el intento de cumbre y enfocarme lo mejor posible en ello. El malestar sufrido en Cayambe se había disminuido en su mayoría, sabía que debía cuidar más la técnica y darle mi todo.

Por otro lado, el colega Paco mantenía sus dudas, pero sabiendo que no tenía alternativa optó por continuar con el arreglo original. Juan solo le tocaba tolerar las situaciones, hasta entonces con mucho ánimo, pero nunca me escondió su insatisfacción con la negatividad de mi pareja dispareja.

Yo disfrutaba cada vista ofrecida del trayecto ya fueran pueblos, ciudades, valles, fincas… Por la tarde empezaríamos a subir en la Landcruiser y el cambio de ambiente era definitivamente palpable. Los colores, el cielo. Me sentía en otro planeta.

Las vicuñas, una especie introducida al área volcánica con éxito hace algunas décadas, nos señalaban la llegada a las faldas del Chimborazo. En una primera entrada nos solicitan registrarnos. Un bus llega ahí con gran cantidad de locales simplemente para visitar y conocer los alrededores. Por lo menos una persona parece haber sufrido mal de altura y el gentío curioseaba a su alrededor.

Nosotros nos dirigiríamos más arriba, al refugio Hermanos Carrel. Desde ahí nos acomodaríamos para conocer los alrededores y comer lo adquirido en el súper. Al rato llegaría Melody, una joven californiana, acompañada de su guía. Ella pensaba que Juan era solo un compañero más de nuestro grupo, describiendo perfectamente la personalidad de nuestro magnífico guía.

Sin hacerse esperar llegó el atardecer y el frío. Aunque el enfoque era el reposo, cuando Juan me llamó para salir a ver la caída del sol, no podía perder semejante oportunidad. Son pocas las ocasiones de experimentar un atardecer a 4800 m.s.n.m., sobre las faldas de lo que es considerado el punto más cercano al Sol.

El principio de la noche sería para reposar unas horas. Pronto vendría el «desayuno» de media noche y así el principio del fin de esta aventura.

No podemos tener un artículo sobre el Chimborazo sin recordarles que es el punto más cercano al Sol desde nuestro planeta.

Una de las rutas favoritas para tomar es por «El Corredor». Sin embargo, por la falta de nieve y el riesgo de rocas sueltas, el ascenso sería por una ruta más larga.

En esta ocasión el guía nos llevaría bajo un ritmo lento pero inicialmente seguro. Después de algunas horas en la noche sobre tierra y roca, llegaría el hielo y así el momento de equiparse. A diferencia de mi experiencia en Cayambe, la ruta tendría secciones mixtas de hielo, tierra y escalada simple en rocas. El ritmo lento era con la intención de no desgastar demasiadas energías, pensando en el retorno. Al igual que durante Illiniza, estaríamos encordados uno del otro, permaneciendo yo en el medio durante el ascenso.

No se si por el reposo desde Baños, el Ibuprofeno, o tal vez la variedad de la ruta, logré disfrutar más el trayecto. Eso sí, cada paso contaba y llevaba un mantra que habré repetido cientos de veces para mí: «Ahí vamos Chimbo«. El esfuerzo era grande, pero igual era la motivación.

Por otro lado, habíamos salido un poco antes que nuestra compañera Melody y su guía, pero al momento de cambiar al equipo de glaciar nos alcanzó y tomó delantera. Era impresionante ver luego de, tal vez una hora o más a lo lejos las lámparas del otro grupo. Dos pequeños puntitos en medio de la enorme silueta del Chimbo nos hizo testigos del largo camino por recorrer.

Al pasar las horas la situación cambió. Primero empezaría con Paco pidiendo una pausa para reposar. Yo feliz de cada oportunidad de reposo. Más luego, tal vez 30 o 45 minutos después Paco estaría preguntando cuando se podría pausar para tomar agua. Juan recomienda esperar un rato más y seguimos. Los minutos pasan y Paco recuerda su solicitud de pausar. Ahora Juan le pide por favor esperar, ya que cruzamos una sección delicada.

No pasan muchos minutos y Paco insiste en que se estaría deshidratando si no le dejan tomar agua. Irónicamente ésta sería la gota que derramaría el vaso. A Juan, ahora muy molesto, le toca recordarnos que él es el guía y en tono sarcástico nos enumera sus experiencia de cumbres. También nos advierte del obvio peligro, en una sección delicada, de resbalarnos o simplemente perder por un resbalón el termo con agua que llevamos. En todo caso nos detuvimos un momento para que Paco tomara agua y seguir.

La noche se empezó a hacer larga y pesada. Obviamente el desacuerdo nos traería un nuevo ambiente y humor para todos. Ya el ritmo no era el mejor y no sería la última de las quejas que recibiríamos.

Yo tampoco escondía mi cansancio, pero solo tenía que ver hacia arriba. Primero los puntitos de luz, pero luego la silueta y las estrellas al fondo me motivaban a seguir. Eventualmente llegamos a lo que parecería un puente. Un filo que conecta el resto de la ruta con «El Castillo». Desde ahí el majestuoso Chimborazo se robó mi mirada  y a pesar del estrés previo, fue otro de los momentos más emocionantes que tuve entre todas las hazañas: estar frente a algo tan grande e inhóspito, aún con el misterio solo quería seguir ahí. Después de un descanso caminaríamos más, pero los humores no mejoraron.

Por un lado, Juan nos advertía sobre el ritmo ahora llevado, que había que mejorar. Aunque él haya hecho expediciones que han tomado 24 horas de caminata, han sido bajo otras necesidades y le preocupaba además el retorno, tanto por las condiciones del terreno como por la de nosotros como grupo. Por último mencionó un punto importante y era que él aún debía manejar de vuelta a Quito una vez finalizaramos la expedición. Esto último él intentó exponerlo como algo menor pero yo no pude dejar de recordarlo.

Por el puente, el filo, seguimos cruzando y aquí el terreno empezaría a ganar una ascensión más rápida. Yo seguía con mi mantra, aunque a diferencia de Cayambe gané aprecio por el sonido y como se sentían mis pies al romper con los crampones el hielo debajo de mí.

Lo que la noche esconde.

Pasarían las horas, y lo inevitable sucedió. Paco empezaría a preguntarme sobre mi estado. Antes de eso también habíamos conversado sobre ello con Juan y yo lo que le explique a nuestro guía es que como nunca había hecho algo así, no sentía que tenía la objetividad sobre si tenía las energías para lograr la cumbre. Lo que si le prometí era mantenerlo al tanto de lo que sentía, en especial si era algún malestar o cansancio fuera de lo usual.

Aunque no recuerdo haber sentido que mi ritmo disminuyera, si sentía que el de Juan aumentaba un poco. Y yo hacia lo posible para mantener el paso. Ahí vamos Chimbo. Más pasos. Ahí vamos Chimbo. Luego Paco volvía a preguntar sobre mí, si podía seguir, si estaba cansado, etc.

No recuerdo si fue poco antes o después, pero también había notado que las dos lamparillas a lo lejos parecían ahora descender. Pronto también nos cruzaríamos con Melody y su guía, ahora bajando. No harían la cumbre en esta ocasión.

Hora de regresar.

Lastimosamente mi paciencia estaría pronta a acabar. A pesar del enfoque, sabía que algo estaba pasando ya que era la primera vez que Paco expresaba algún tipo de preocupación por mi estado o bienestar. Además, Juan ya no tenía el mismo humor y amabilidad que le caracterizó durante todas las aventuras anteriores. El ambiente era tenso.

Así no me lo imagine. Esta no es la forma.

Hemos logrado mucho, pero no quiero que sea así.

Paco volvió a preguntar y ahí tomé la dura decisión de que regresáramos. Digo que la tome yo, porque Juan estaba dispuesto a continuar. De hecho insistió en continuar hasta el amanecer, para lo que faltaba una hora o dos. Yo le dije en voz baja, aunque estando todos cerca no se si quedó como secreto o no, que a mi me parecía que Paco no quería seguir. Y yo tampoco quería bajo las condiciones actuales. No hubo discusión de la decisión por parte Paco.

Así entonces convencí a Juan de retornar. Logramos llegar aproximadamente entre los 5600 a 5700 m.s.n.m. de altura.

El orden de cordada al retorno cambió. Yo iría detrás, con Paco en el medio. El amanecer lo recibiríamos sobre el filo que antes fue misterio. Ahora se vislumbraba parte de nuestro recorrido y parte de lo que nos faltó. Yo sí le pedí a Juan reposar ahí, especialmente porque fue mi punto favorito de toda la ruta. Tomé algunas fotos y descansé. Luego del reposo, Juan pediría disculpas a Paco por el enojo y el cambio de trato.

El Té de la Paz

Aproximadamente desde ahí nuestra ruta de retorno cambiaría. El resto del descenso sería por El Corredor. Efectivamente, el mismo fue básicamente una bajada resbalosa por las rocas sueltas, que eran practicamente todas. Pero con el sol ya iluminando se podían negociar. A medio camino de esta ruta alcanzaríamos a Melody y estaríamos como un solo grupo el resto del retorno. Al parecer ellos decidieron cancelar porque no consideraban lograrían buen tiempo de ascenso al ritmo que llevaban. Fue un buen momento para conversar y disminuir la tensión que se había creado esa noche.

A pesar de no haber podido cumplir el objetivo ese día, no podía sentirme insatisfecho con todo lo logrado. Una vez en el refugio, todos descansaríamos algunas horas. Aunque yo debí haber sido el que menos durmió en esta ocasión. Pronto solo quedaría desayunar, esta vez en la mañana. Volver a empacar todo y retornar.

Paco anotaría que mi esfuerzo fue «loable». Juan me preguntaría luego si me atrevía a intentarlo nuevamente la próxima noche. Por el tono no se si era en serio o en broma, pero si espero retornar en otra fecha. Aún no me doy por vencido.

Guindando el casco, hasta la próxima!

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Vacaciones de las Vacaciones en Baños https://tiendapedia.com/2016/12/vacaciones-de-las-vacaciones-en-banos/ https://tiendapedia.com/2016/12/vacaciones-de-las-vacaciones-en-banos/#respond Thu, 01 Dec 2016 22:05:53 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1230 Parte 6 de 7 – ver parte 5432 , 1

Como dice el título, la idea era tener un día sin actividades intensas y como parte del tour estaríamos descendiendo un poco hasta Baños, a las faldas del Tungurahua, otro hermoso volcán de Ecuador. El viaje sería una mezcla de hermosos paisajes con algunas interrupciones por drama.

Como mencioné al finalizar el ascenso en Cayambe, el colega Paco se encontraba extremadamente preocupado por arriesgar la cumbre del Chimborazo. En especial con el incidente físico que tuve. Él había hecho los arreglos a través de una agencia de tour española y es posible que por mala comunicación hubo un desacuerdo sobre si se debía garantizar la guía hasta la cumbre, independiente del desempeño del resto del grupo, en este caso de mí.

Durante el recorrido en la pequeña pero hábil Landcruiser, la agencia llamaría desde España y nuestro colega estarían discutiendo por móvil su necesidad de obtener un guía adicional. Lastimosamente, a pesar de advertencias de demandas y otras explicaciones, no sería posible.

Cosas curiosas frente al hotel.

Cosas curiosas frente al hotel.

El destino nos llevaría entonces hasta Baños, nuestra primera parada sería en el Hotel La Floresta. De ahí pasaríamos a un restaurante cercano para almorzar. Paco invitaría a nuestro guía Juan el postre, fue un pie de manzana que debo comentar tuve que pedir también otro pedazo, de los mejores que he probado.

Manto de novia Ecuador 2016Como parte del tour Juan nos llevaría en auto por una carretera con una vista maravillosa. Acompañados del río Pastaza, aunque nuestra vista sería desde una gran altura. En el camino pasaríamos por varios túneles y ademas se verían gran cantidad de cascadas a la distancia. Nos detendríamos para visitar una pequeña góndola sobre la cascada Manto de la Novia. También existían gran cantidad de zip-lines y saltos extremos, aunque el presupuesto y la necesidad de reposar no permitieron disfrutarlos en esta ocasión.

Donde terminaríamos el recorrido sería en Pailon del Diablo. Es una cascada muy reconocida por su gran altura y fuerza. La misma tiene también acceso por un sendero de escalones. Adicional es posible cruzar unas cuevas y quedar detrás de la cascada.

Irónicamente, las heridas más visibles de todo el viaje sucederían cuando, retornando de la cueva, seguí unos escalones para buscar un ángulo frontal más cercano de la cascada. Como el piso se moja por la bruma, mis pies resbalaron.

escalera-del-diablo-ecuador-2016

Escalera del Diablo

Mi mano estaba agarrada de un pasamanos, pero al ser un tubo metálico y mojado no habría fricción que me detuviera hasta llegar a unos pocos escalones del balcón. Varios raspones decoraban mis brazos y espalda, pero pude levantarme sin mayor problema. Como he dicho desde que empecé a senderear: hay que saber caerse!

pailon-del-diablo

Disfrutada la vista, hicimos el camino de retorno al auto y luego al hotel. Yo me quedaría a reposar y resolver unos temas de trabajo, aprovechando el wifi en el cuarto. Llegada la noche saldríamos a cenar el grupo completo a otro restaurante. De ahí una breve caminata en los alrededores para bajar la comida.

Sin más que hacer y luego de dormir, llegaría la mañana del sábado 29 de Octubre. Con el desayuno hartado y las mochilas listas estaríamos de salida. Excepto que, probablemente como consecuencia de las llamadas del día anterior, hubo otro incidente.

El "power-pose" is strong on this one!

El «power-pose» is strong on this one!

Yo por estar enfocado en partir no lo noté hasta que estuve buen rato esperando en la recepción del hotel. Solo escuche parte de la conversación, pero al parecer se le había solicitado a Paco la firma de algún documento antes de poder seguir con el tour. Luego me enteraría que estaría relacionado a alguna cláusula de responsabilidad en el caso que quisiera realizar el intento de cumbre en Chimborazo sin seguir los consejos del guía. Luego de tal vez media hora o más de espera supe que Juan decidió partir obviando la firma, probablemente para poder agilizar lo que serían muchas horas de carretera hacía Chimborazo.

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Enfrentando Límites en Cayambe https://tiendapedia.com/2016/11/enfrentando-limites-en-cayambe/ https://tiendapedia.com/2016/11/enfrentando-limites-en-cayambe/#respond Mon, 28 Nov 2016 21:05:37 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1216 Parte 5 de 7 – ver parte 432 , 1

Miércoles, 26 de Octubre. Esa mañana, luego de un excelente desayuno y atención del Hotel Cuello de Luna (haciendo referencia al Cotopaxi), regresaríamos a Quito para buscar al colega Ryan en las oficinas de High Summits. A Ryan lo conocimos durante nuestro ascenso del Illiniza Norte.

Durante las aventuras pasadas, los incidentes causaron ciertas preocupaciones a nuestro colega Paco. Él consideraba que sería injusto si por mi ritmo más bajo no se pudiera hacer la cumbre que él veía como su enfoque, el Chimborazo. Por ello, estaba solicitando a la organizadora del tour que le consiguiera un guía adicional. Como mencioné antes, el paquete incluía un guía para dos personas y puede que el riesgo que eso conlleva no fue correctamente comunicado.

Para fortuna del grupo, Ryan se había comunicado con la misma agencia organizadora, lo que permitió que en la próxima cima se pudiera contar con un guía adicional. Sin embargo, fue solo una coincidencia y no se podía garantizar su compañía para el ascenso a Chimborazo.

Así entonces, pasaríamos también nuevamente por la tienda Los Alpes. Juan, nuestro guía, me recomendó con gran énfasis que evitara usar las botas plásticas para los próximos ascensos, ya que serian mucho más incomodas que unas botas de nieve regulares. Desde el ascenso al Iliniza había alquilado en la tienda botas y un chaleco impermeable, dejando en desuso las incluidas en el paquete e incurriendo en un costo adicional, pero con la intención de hacer las cosas lo mejor posible. Como funcionaron bien decidí alquilarlas durante los días de tour restantes.

Esta vez el auto iría lleno. Manejando estaría Juan, yo de pasajero adelante y detrás estarían Paco con Ryan y el nuevo guía, Estalin. Durante el viaje nos enteraríamos que Estalin hace algunas semanas retornaba no menos que de Pakistan, parte de una de las últimas expediciones del 2016 que intentaron conquistar el K2. Debo aceptar que me entró algo de fascinación el tener la fortuna de conocer alguien con estos logros. No menos fue increíble poder escuchar de primera mano lo que solo toca leer o ver en películas, con detalles personales. En resumen, la expedición no se pudo completar ya que una avalancha se llevó el campo base no. 3, lo que obligo a todas las expediciones a retornar.

En el camino nos detendríamos por almuerzo, el cual no decepcionó, así como la sopa, de otra variedad pero tan deliciosa como todas las anteriores. Sin importar a donde íbamos, fuera una fonda, restaurante en una estación de gasolina o un refugio, cada sopa fue diferente y especial.

Refugio Cayambe 2016

Nuestro recorrido en auto terminaría afuera del refugio del parque Cayambe-Coca. Este refugio es mucho más grande que el anterior y desde el cuarto que se nos asignó podríamos ver parte del glaciar. En ese momento solo pensaba en que aún no sabia como llegué hasta ahí.

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Al rato saldríamos hacia un parche de hielo cercano para poder aprender sobre las técnicas de caminata en glaciar y el uso de nuestras herramientas de nieve, especialmente los crampones y el piolet. Como ascender, como descender, como caer. Todo de gran importancia para poder negociar el terreno y la seguridad del grupo. Aquí la experticia de nuestros guías nos permitió aprender con facilidad los distintos métodos.

Hacia Glaciar Cayambe 2016

Siendo una cumbre por encima de los 6 mil, la tercera más alta de Ecuador, y la dificultad, estaríamos saliendo alrededor de las 10 de la noche. Antes dormiríamos un poco (los que no sufríamos por mal de altura).

La caminata serían horas de esto, pero de noche.

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Desayunaríamos justo antes de salir. Juan se encargaría de guiarme mientras que Estalin llevaría a Ryan y Paco.

El camino lo pude documentar poco. Recuerdo que luego de algunas horas de caminata, llegamos al glaciar. Ahí nos equiparíamos y los grupos quedaríamos enlazados por cuerda a nuestros arnés a lo largo de la noche.

Desde alguna hora de la madrugada empecé a sentir malestar en mi cuello y hombro derecho, mientras practicaba las distintas formas de ascender el glaciar. Al principio se podía ignorar pero eventualmente el malestar se convirtió en un dolor. Inconscientemente estuve disminuyendo mi ritmo hasta que tuve que confesarle a Juan que estaba teniendo problemas.

A simple vista estaría caminando más lento, pero la realidad es que los pasos que tomaba hacían sentir el peso de la mochila sobre mi hombro y la presión generaba el dolor.

Probablemente después de una hora de intentar ignorar lo obvio, tuve que tomar la dolorosa (literal y figurativa) decisión de retornar. Juan me sugirió intentar avanzar hasta el amanecer para medir mejor el rendimiento, pero aún faltaba más de la mitad del recorrido. Habiendo logrado ascender entre 5600 y 5700 metros sobre el nivel del mar, sentía interminable el camino.

El retorno no fue nada fácil. Probablemente una de las experiencias más dolorosas que he pasado. Me daba pena, en especial porque supe que a simple vista solo parecía ser cansancio.

El amanecer nos recibió con una hermosa vista que solo podré recordar, al no tener las energías o humor para sacar la cámara fotográfica de la mochila. Recuerdo la luna creciente sobre la cumbre del Cayambe y el panorama despejado con los primeros rayos del sol descubriendo nevados a la distancia.

Yo solo podía ver unos segundos. Descansar, por más que quisiera, era difícil por el largo y lento recorrido de retorno así como por el dolor que me causaba levantarme luego de cada descanso sobre el suelo.

Estoy seguro debió ser un momento difícil para el guía también, por lo que aprecio su enorme paciencia. No solo el no poder hacer la cumbre, pero además la preocupación por mi condición y tener que hacer un retorno con un ritmo tan lento, debió requerir de mucha tolerancia.

Alrededor de las 9 de la mañana lograríamos regresar al refugio, donde quedaría plantado sobre la cama sin querer moverme. Unas horas después retornaría el otro grupo, con la cumbre conquistada. Aunque no sin dificultades, nos contaron aparte del esfuerzo, que Paco quedó en una grieta del glaciar. Afortunadamente su retorno fue testimonio de que todas las pruebas fueron superadas con éxito.

La otra fortuna es que Estalin llevaba consigo tabletas de Ibunoprofeno. Hasta la fecha no me había pasado por la mente la necesidad de medicarme. Pero la tableta fue un alivio enorme, lo que me permitió al menos levantarme para poder empacar mis cosas, almorzar y poder moverme nuevamente.

Desde ese momento mi rendimiento causó dudas en mí y ni se diga en el colega Paco, quien antes había compartido pocas palabras conmigo o sobre mí, estaría esa tarde en las oficinas de High Summits exigiendo se le asignara un guía propio para ir a Chimborazo. Lastimosamente el compañero Ryan tenia otros planes y no pudo ser convencido de ir a la próxima aventura. La agencia solo le daba la opción de pagar un guía adicional, lo que no fue de su agrado y propuso que yo lo pagara. Como yo ya estaba claro de los riesgos y no tenia planes ni dinero para un guía adicional, simplemente decline la oferta. Si hice claro que estaría evaluando mi condición y cómo me recuperaba antes, ya que consideraba la posibilidad de no hacer el intento de cumbre si lo veía inseguro para mi bienestar.

Para entonces el dolor ya había pasado y teníamos un día de reposo en Baños y otro en el refugio de Chimborazo, lo que me daba tiempo suficiente para considerar todas mis opciones.

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Mi Primer 5 Mil: Illiniza Norte https://tiendapedia.com/2016/11/illiniza-norte/ https://tiendapedia.com/2016/11/illiniza-norte/#respond Fri, 25 Nov 2016 17:23:03 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1196 Parte 4 de 7 – ver parte 32 , 1

Lunes 24 de Octubre. Nuestro destino sería un poco más lejano. Iríamos al refugio Nuevos Horizontes del parque Los Illinizas. El mismo nos albergaría para el primer 5 mil: el Illiniza Norte. En auto solo se puede llegar hasta un punto de estacionamiento y desde ahí toca caminar con la mochila hasta el refugio.

El desnivel para llegar de alrededor de mil metros sería más que notable. Afortunadamente, la cima se haría la mañana siguiente por lo que habría más que suficiente tiempo para reposar. El trayecto fue tranquilo, pero demandante.

Refugio Illiniza

La mayor recompensa fue llegar al refugio, no solo por la posibilidad de descanso, sino por el ambiente que se vivió en el lugar. Ahí primero nos encontraríamos con una señora y su guía, quien sufriendo de mal de altura y con dudas aún mantuvo ánimos por seguir la aventura. A las horas llegarían al menos dos grupos más con sus guías, llenando el refugio no solo de personas sino de historias y camaradería. Para mí fue un honor poder ser parte de dicho momento, el cual no puedo negar me llenó de mucha emoción.

Uno de los compañeros que llegó y compartiría más con nosotros se nos presentó como Ryan, proveniente del estado de Kentucky, EEUU. En la mesa estaríamos disfrutando de la comida, la cual obviamente incluiría una sopa, de las mejores que he tenido en mi vida.

Esa noche supe que algunas personas, bajo los efectos del mal de altura y la aclimatación, no podrían dormir. Yo pude dormir cómodamente, aunque tuve que abrir el saco de dormir. Con el refugio lleno, no se sentían las bajas temperaturas del exterior.

La mañana siguiente empezó con un buen desayuno y poco después emprenderíamos el resto de nuestro camino hacia la cima. El terreno estaría mayormente compuesto por rocas sueltas, aunque pronto empezaríamos a toparnos con ligeros parches de nieve en los alrededores, además de neblina.

Los Illiniza

Llegaríamos a un punto donde tendríamos que armarnos con los arnés y enlazarnos con cuerda en fila. Las rocas sueltas y el terreno que empezaba a tomar gran desnivel requerían de estas medidas y cautela.

Paso de La Muerte Illiniza Norte

Paso de La Muerte Illiniza Norte

Recorreríamos eventualmente por el Paso de La Muerte, donde por fortuna ninguno de los grupos tuvo problemas en cruzar. Para entonces ya podía sentir el cansancio por el fuerte recorrido, pero aún maravillado.

Laguna Illiniza

Especialmente en los momentos que la neblina descubría las vistas de una laguna y el aún más impresionante Illiniza Sur, cuya cima no solo es más alta, sino que requiere de mayor técnica en escalada y suele estar cubierta por nieve durante todo el año.

Illiniza SurNuestro esfuerzo sería recompensado al llegar a la cima de mi primer 5 mil. El retorno no cabe en mi memoria pero me han dicho que mi ritmo fue bastante lento en esa ocasión. En todo caso, llegamos bien de vuelta al refugio y luego al inicio del sendero.

Los itinerarios de aclimatación por lo general incluyen el ascenso al Cotopaxi, por ser el segundo punto más alto de Ecuador. Sin embargo, desde finales del  2015 solo es posible visitar el parque y alrededores, mas no se permiten los ascensos a la cima del volcán activo. Tal vez por esto nuestro próximo hospedaje sería en un hotel cercano al parque. El mismo tendría hermosas vistas hacía el volcán, pero nuestra breve estadía la usaríamos principalmente para reposar. En esta ocasión el turno para obviar la cena la tomó nuestro colega Paco, quien la pasó dormido hasta la mañana siguiente.

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De vuelta a los Pininos en Los Pichinchas https://tiendapedia.com/2016/11/de-vuelta-a-los-pininos-en-los-pichinchas/ https://tiendapedia.com/2016/11/de-vuelta-a-los-pininos-en-los-pichinchas/#respond Wed, 23 Nov 2016 23:21:36 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1177 Parte 3 de 7 – ver parte 2 , 1

En el lenguaje Quichua, que el guía nos explica es una variante del Quechua, Guagua se refiere al hijo, ya que en la vecindad de volcanes está además el Rucu Pichincha, el segundo haciendo referencia al abuelo.

Domingo 23 de Octubre. El itinerario planeaba un ascenso de aclimatación sencillo al Guagua Pichincha, el cual tomaría unas horas. En esta ocasión el auto nos llevaría un poco más alto hasta llegar a un sitio de estacionamiento. Ahí Juan, nuestro guía, nos propuso la alternativa de hacer una caminata hasta el Rucu Pichincha. Tanto Paco como yo accedimos con entusiasmo. La intención sería al retorno llegar al Guagua y así poder hacer ambas cimas.

Inicio Pichincha

El trayecto hacia nuestro nuevo destino sería notablemente más largo, pero sin mayores desniveles hasta el final. El terreno pasaría por una sección rocosa que requiere cuidado, pero sería principalmente arenoso, o para ser precisos sobre ceniza.

Durante la caminata, pude apreciar vistas que me hicieron recordar momentos de descubrimiento y fascinación en el Volcán Barú. Mi ritmo de caminata era más lento que el de mi colega y del guía, pero hasta el momento disfrutaba de cada paso sin problemas.

Vista Pichinchas 2016

Luego de algunas horas de caminata, solo quedaba la sección final, la cual si tendría un notable desnivel, pero en poco tiempo se llegaría desde ahí a la cima.

Cima Rucu Pichincha 2016

En esta ocasión llena de neblina pero con la recompensa de haber alcanzado otro récord personal de altura y compartirlo con otras personas que también visitaban el sitio, además de perros!

Ruta Pichincha 2016De retorno tomaríamos otra ruta. La misma pasaría aún por más arenales, los que se empezaban a sentir interminables por el esfuerzo adicional que requiere caminarlos. Como mencionaba, mi ritmo más lento le daba una delantera a mi grupo. En un punto me topé con otros senderistas. Uno de sus miembros me preguntó extrañado sobre la distinta ruta por la que retornábamos.

Igual, seguíamos a Juan hasta llegar a un punto cuyo nombre luego aprendería es Los Ladrillos. Este desvío nos costaría caro ya que desde ahí no se podría seguir en la misma dirección planeada hacia el Guagua y tocaba retornar por más caminos de resbalosa ceniza. Regresando tuve la experiencia de ver y sentir una leve lluvia de granizo por primera vez en mi vida.

Desde un poco antes, ya había empezado a sentir los efectos del Sol sobre mí. En Ecuador se debe considerar que uno se encuentra en los sitios más cercanos al Sol y por ello, especialmente en estas actividades, se deben tomar medidas adicionales. Yo llevaba más que suficiente agua y había utilizado protector solar al inicio, pero probablemente debí haber utilizado más y debí haber considerado obtener más electrolitos que el agua por sí sola no ofrece.

No llores por mí, Pichincha!

No llores por mí, Pichincha!

Luego de Los Ladrillos, mi ritmo bajó al mínimo, recordando la única experiencia similar que tuve al deshidratarme en Cerro Trinidad. Pudimos llegar a nuestro punto de inicio, pero para entonces no me quedaban más energías y tuve una dificil recuperación de retorno. De hecho, en el hotel sufrí por un rato de lo que parecían escalofríos, pero luego de una búsqueda en internet supe era un síntoma de insolación.

Esa noche no cené. Pero la mañana siguiente, completamente recuperado del incidente desayuné con gran felicidad y salí en búsqueda de una farmacia. Me tope con unas pedialyte y gatorade para llevar. Lección aprendida.

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Primeros Pasos por Pasochoa https://tiendapedia.com/2016/11/primeros-pasos-por-pasochoa/ https://tiendapedia.com/2016/11/primeros-pasos-por-pasochoa/#respond Tue, 22 Nov 2016 04:23:37 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1159 Parte 2 de 7 – ver parte 1.

Llega el sábado 22 de Octubre, donde subiría a la terraza del hostal a disfrutar la vista de Quito en la despejada y fresca mañana. El desayuno lo había comprado el día anterior en una panadería cuyo olor me hizo dar vuelta atrás y comprarles un par de dulces y emparedados sencillos.

Arreglado y con la mochila preparada, bajo a la recepción para entregar mi llave. Poco antes de la hora acordada, ya veía afuera un auto de quien presumí sería nuestro guía, Juan. Salí a confirmar y saludar a quien nos acompañaría durante los próximos nueve días de intenso e intensivo caminar.

La segunda parada sería en el Hotel Embassy, cerca de las oficinas de High Summit y la Plaza Foch, sitio céntrico de locales, discotecas, bares y restaurantes de la ciudad. Ahí sería el hospedaje durante las noches en Quito y podría dejar mi mochila para llevar el daypack a nuestra primera caminata. Además nos encontraríamos con el segundo miembro del grupo. Hasta el momento solo sabía que el colega provenía de España. Al conocerlo supe que le podíamos llamar Paco y confirmada la nacionalidad, no pude dejar de sentir que se me hacia familiar.

Luego de un rato en la autopista, aprenderíamos que hay dos rutas para llegar a nuestro destino. La ruta elegida nos ahorraría algo del trayecto, a través de la finca de un señor de procedencia suiza pero que hace décadas hizo de Ecuador su hogar.

El protocolo es llegar a la entrada, abrir el portón y pasar. Seguimos hasta toparnos con el Don, quien cobraría por el paso expedito. Después de algo más de recorrido, llegamos a donde iniciaría nuestra caminata. En el inicio nos encontramos con una pareja también conociendo el lugar, pero optarían otra ruta.

Porton Pasochoa

El Pasochoa es un volcán considerado ya extinto, a sus faldas se encuentran gran cantidad de tierras usadas para ganado. A lo lejos se podría divisar vistas del Cotopaxi y Antisana, aunque la neblina cubría el manto de nieve sobre ellas. Esto no sería desafortunado ya que podría observar la curiosa interacción de las nubes al colisionar con la montaña.

Pasochoa 2016

El terreno inicia mayormente por praderas, aunque en una pequeña sección pasaríamos por vegetación un poco más densa, comparada en momentos con la encontrada en sitios de Panamá como Santa Fe.

El sendero se encuentra mayormente marcado por ser un sitio muy popular. El ascenso se dio sin inconvenientes, aunque ya se podía asumir el guía nos estaría midiendo en habilidades y adaptación a la aclimatación. Esta cima nos llevaría a 4200 metros sobre el nivel del mar, un nuevo récord personal que suplanta al Chirripo en Costa Rica.

Horizonte Pasochoa Ecuador 2016

El retorno fue por otro camino lo que hizo el circuito agradable e interesante. Con unas tres horas de recorrido, la lluvia nos esperaba al acercarnos al auto. También nos esperaba un auto estacionado justo en frente del nuestro, bloqueando la carretera para salir. Rápidamente el guía empezó a medir un portón al lado para comprobar que el auto podría cruzar y luego de encontrar otro portón más adelante, estaríamos cruzando por la pradera lateral a la carretera, dando saltos pero sin detener la pequeña pero hábil Landcruiser tres puertas.

De vuelta en Quito reposaríamos esa noche en el Hotel. Yo cené en una franquicia de sanduches en la Plaza Foch con un chocolate caliente. La mañana siguiente estaría aprovechando el desayuno buffet incluido con el colega español. Al poco tiempo nos encontraríamos con Juan para nuestra próxima prueba… corrijo, aventura del día. El Guagua Pichincha.

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Ecuador, donde aprendí a tomar sopas y subir nevados. https://tiendapedia.com/2016/11/ecuador-donde-aprendi-a-tomar-sopas-y-subir-nevados/ https://tiendapedia.com/2016/11/ecuador-donde-aprendi-a-tomar-sopas-y-subir-nevados/#respond Sat, 19 Nov 2016 21:06:03 +0000 http://tiendapedia.com/?p=1117 Parte 1 de 7.

Mientras viajo en la penúltima fila de un bus Cali-Bogotá, inseguro de haber procesado todos los recuerdos y sentimientos vividos las ultimas semanas. Pero con 12 horas de ruedo toca ir forzando un poco las palabras.

Todo inicia con un deseo. El mismo se fue materializando poco a poco durante el año. Seres cercanos me escucharían hablar sobre mis indecisiones entre Colombia, Venezuela, Costa Rica y Ecuador. Mientras trabajaría, esperando reunir dinero para alguna de las alternativas. Con los meses las alternativas se centraban entre Colombia y Ecuador. Ambos por su belleza, pero también por tener costos accesibles.

Todos los días en el feed de instagram fotos de mis destinos soñados tentaban, pero aún sin el presupuesto. Afortunadamente, un par de proyectos me acercaron al monto necesario, lo que me haría investigar más a fondo.

https://www.instagram.com/p/BK8HUMBgPdP/?taken-by=rutaviva

Los días pasan, respuestas a mis correos empiezan a llegar y con ello el momento de tomar decisiones. Se me ocurre otra idea más. El costo del pasaje ida y vuelta a Ecuador es el mismo que si tomo un vuelo de ida a Ecuador y el e retorno desde Bogotá, incluyendo el transporte en bus. El retorno seria algo improvisado, ese es el riesgo, pero conocería más lugares y me parecía una pena desaprovechar la oportunidad.

Emails Ecuador 2016El plan que fui concretando con una de las agencias, High Summits, incluiría un paquete muy completo con transporte, hospedaje, permisos, refugios, varias de las comidas y el indispensable guía. Además incluiría parte del equipo de alta montaña esencial para los glaciares: casco, arnés, botas plásticas y piolet. El riesgo estaría en ser una expedición grupal y que no se pudiera hacer una cumbre si alguno de los miembros no podía seguir. Consideré que este podría ser tanto yo como mi entonces imaginario colega. Reflexioné sobre mis objetivos y decidí que viajaba por la experiencia y a sabiendas que sería un gran reto, lo que contemplaba no poder cumplirlo por completo.

Sin embargo, tendría yo que conseguir parte del inventario. Algunas necesidades de alta montaña como pantalones impermeables, mitones, pasamontañas, ropa térmica. Costos que iban sumando, pero ya con el viaje en mente buscaría como cubrir.

Con la decisión en firme, compré el boleto de avión e hice el abono para reservar mi puesto en el grupo de finales de octubre. Afortunadamente para entonces ya había otro interesado. Es un punto importante ya que el «tour» puede ser cancelado si no están los dos miembros por guía necesarios.

Además, para poder cubrir costos, disminuí mis gastos y empecé una venta de patio por clasificados. Incluso a un día antes de partir estaría vendiendo mi televisor, con algo de dolor ya que hace poco había completado mi teatro en casa. La realidad es que poco lo utilizaba desde que empecé a senderear.

La fecha se acercaba y aún no podía creer la aventura que emprendería.

A pocos días de partir, esperaba las ordenes por correo de ropa y pedía ayuda para algunas compras locales. Por extraño que parezca, hasta el huracán Matthews en ese entonces amenazó la llegada a tiempo de pedidos por Amazon, pero el destino permitió recibir todo lo que faltaba.

En cuanto la mochila, pude meter todo lo esencial para llevar. No quería correr riesgos en separarme de ella hasta llegar a Ecuador con todo el equipo que necesitaría, por lo que no llevaría de más. Esto significó no poder llevar ningún equipo de campamento ni algunos propios de escalada como el arnés y casco, confiando podría usar los alquilados.

Como en un par de viajes largos anteriores, RuJack sería cuidado por sus «padrinos mágicos» por lo que aunque extrañandolo supe que estaría bien cuidado.

Con el vuelo en la tarde del 20 de Octubre, llegaría temprano al aeropuerto para evitar cualquier demora. Ya en el avión, no es mi primero vuelo pero, pegado a la ventana, aún mantengo la fascinación por quedar viendo los paisajes, compitiendo solo con la curiosidad de la niña del asiento en frente.

Son pasadas las 5 de la tarde y ya se aprecia la ciudad de Quito, Ecuador. Pero mi mirada queda fija al divisar la enorme capa de nieve sobre algún volcán. La idea de saber que estaría en lugares así se me hacía difícil de asimilar.

Aterrizaje Quito 2016

El paso por el aeropuerto fue expedito. A poco rato estaba en un taxi camino al centro y a mi primer hostal. Decidí llegar dos noches antes para poder resolver cualquier problema de último minuto y estaría hospedado mientras en un pequeño pero practico hostal llamado Chicago.

Panorama Noche Quito 2016

Esa noche cometí mi primer error, por suerte pequeño. Quise tener una buena cena para celebrar mi llegada, pero por la hora y desconocimiento quedé en el primer lugar que vi. Por cierto, en Quito todo es en súbida, o así se siente. Luego de literalmente subir algunas calles por escaleras y sentir un poco el cambio de altura, llegué a una calle con algunos restaurantes.

¡Escaleras! Escaleras everywhere!!

¡Escaleras! Escaleras everywhere!!

Entré al primero que fui invitado por uno de sus empleados y revisé el menú. No sonaba mal así que decidí quedarme. Lastimosamente la primera impresión de la comida en la ciudad fue de un sabor poco condimentado y una ensalada simple. Lo que salvó al lugar fue la vista panorámica que ofrecía del área colonial. Además, unos fuegos artificiales a lo lejos me hicieron sentir bienvenido.

Terraza Hostal Chicago Quito 2016

A la mañana siguiente, estaría listo para conocer mejor los alrededores. Tenía dos parques, uno subiendo y otro bajando. Aunque no lo crean empecé subiendo, pero el parque estaba aún cerrado. Una señora me hizo sentir en casa al acercase y pedirme una dirección; claro no pude ayudarla.

Fui caminando por calles internas hasta llegar a la avenida principal, para poder cruzar a otro parque más abajo. Luego de ver durante la noche la gran cantidad de vandalismo pintado en las paredes de edificios y comercios, fue grato ver lo bien cuidado de los parques y la verdadera protección que ofrecen a quienes los visitan de alejarse aunque sea un poco del ruido de las calles. En una de las esquinas además llevaban una presentación musical que duraría el resto del día, con distintas bandas y agrupaciones nacionales de todo tipo.

Mi caminata no se detuvo ahí. Seguí por las distintas avenidas principales, curioso del día a día que vivían los transeúntes. Esto me llevó a otro parque. Creo que en el momento pensaba había llegado al mismo de la mañana, pero al caminarlo por más tiempo aprendí que estaba en El Ejido.

Parque Quito 2016

El parque, igual de bien cuidado, llevaba una presentación de vallas con fotografías distintas del mundo, donde no podía faltar Panamá. Además, era sitio de reunión para comediantes y actores de teatro callejero. Luego de perderme un rato, entretenido por las diversas vistas y actividades, decidí retornar al hostal.

Durante mi retorno también regresó el hambre, por lo que empecé a buscar algún lugar donde comer. En Ecuador, hay gran cantidad de sitios para comer almuerzos variados a un costo bajo. Pero de tantos, no veía ninguno con gran cantidad de gente como para elegir algún sitio popular. Eventualmente el hambre ganó y simplemente entré al próximo lugar donde vi aunque sea un par de personas. Aquí Ecuador compensó la primera impresión ya que la experiencia fue superior a mi cena anterior. Aparte de las enormes porciones, el sabor bien condimentado y los vegetales frescos, me llevé una sorpresa.

Sopa Illiniza

Una de las muchas sopas que tomé. Aquí les adelanto la del refugio de Los Illinizas

Parte del plato traía una sopa. Yo solo tomo sopas por venir incluidas o en pocas excepciones. En broma digo que no la considero una comida. Pero esta sopa, un poquito más cremosa que un caldo y con un sabor un poco más condimentada por el ajo, sería la primera de varias sopas que estaría disfrutando durante mis aventuras. En buena parte me impresionó la variedad y buen gusto en las distintas combinaciones de sabores y vegetales que me encontraría.

High Summits Fachada Quito 2016De vuelta al hostal, recibía un e-mail de Isabel, la encargada de organizar el tour. Me pidió reunirnos después de las 3PM para finiquitar el pago y revisar el equipo para alquilar. Me ofreció la dirección, la cual resultó era a unos minutos del segundo parque visitado el mismo día. Para entonces he de haber caminado más de 10 kilómetros, sin notarlo. Pero luego de haberla pasado tan bien, no dude en querer caminar nuevamente, no sin antes tomar de un merecido reposo.

A las tres de la tarde emprendería de nuevo la misma ruta, luego extendida hasta las oficinas de High Summits. Ahí me recibirían y podríamos verificar que todo estuviera en orden. El primer inconveniente que hubo fue que no lleve «zapatos de trekking». Tenía mis zapatillas que uso en senderos, pero por una mala comprensión a lo que ellos llamarían zapatos yo le diría botas. Aunque habíamos quedado entonces en usar las botas de plástico, esto luego quedaría descartado. Se me ofreció además el ya mencionado casco, piolet y arnés. Quedamos en que me buscarían la mañana siguiente en mi hostal para emprender con el tour.

De salida tenía otro pendiente y sería buscar un termo de 1 litro, parte de la lista de ítems que debía conseguir. Afortunadamente a una o dos cuadras me toparía con la tienda Los Alpes, cuyo nombre describe perfectamente lo que encontraría en ella. Muy bien atendido por su dueño, saldría con mi termo de 1L.

La tarde la disfrutaría desde el parque El Ejido, para luego, por una larga ruta de calles desconocidas pero interesantes, retornar al hostal y descansar luego de un excelente día conociendo la ciudad.

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