Aventuras

Año Nuevo, Volcán Viejo

Un poco forzado el título, pero aproveché el primero de enero del 2016 para subir el Volcán Barú por tercera ocasión. Esta resultó ser una de las más perfectas aventuras que he tenido hasta la fecha. Continúa leyendo para compartir esta experiencia en texto, fotos y vídeos.

Por el momento los artículos de esta sección puede tengan un sabor agridulce, como la vida misma. La semana anterior la pasé en La Yeguada por mi cuenta por cosas del destino y porque presentaba una buena oportunidad para comprobar mis experiencias adquiridas durante un año de senderismo y campismo. La jornada fue exitosa por lo que mi deseo de regresar al Volcán Barú nuevamente se veía al alcance. Aproveché los primeros días de la semana para entrenar caminando y corriendo. El día jueves preparé mi mochila con lo que necesitaría, excepto comida.

El Viaje

El viernes 31 desde temprano empecé el largo recorrido hacía Chiriquí, parando antes donde mi padre y su esposa en Coronado para saludar, anunciar mis planes y tomar un buen café. Luego seguí mi trayecto a tierras altas.

Look al inicio. ¿Alguien notará los cambios después?

Look al inicio. ¿Alguien notará los cambios después?

Durante el medio día ya estaba en Santiago, donde paré por un almuerzo rápido. En ese momento recibí un mensaje del colega Pachapappa preguntándome si iba al Volcán Barú. La pregunta me tomó desprevenido ya que aparte de una foto de mi mochila no había dado pistas y pocas personas conocían de mis intenciones. Le respondo que ese era el plan y me informa que otro compañero de senderos estaría interesado en subir, por lo que le indico mi itinerario de empezar la mañana del primero de enero, si el clima lo permite. Hasta ahí llegó la conversación.

No hay problema. Mi teoría luego comprobada es que siendo un fin de semana largo otras personas con el mismo ánimo de aventura estarían realizando la misma travesía.

La Bienvenida

Luego de pasar la eterna carretera Santiago-David, durante la cual aunque no podía dejar de pensar en ansiedades y problemas, el enfoque en manejar lograba distraerme un poco. Llego a David y hago una parada para combustible y me dirijo directo hacia el pueblo de Volcán, acompañado de la neblina y ligera llovizna en la carretera. Las dudas y ansiedades que cargaba no sólo por la subida sino por temas personales se fueron disipando con la llegada del atardecer. La música del iPhone en modo aleatorio empieza a sonar temas de montaña. Todo parece se sincronizó para darme una bienvenida que jamás olvidaré.

Tuve que detenerme dos veces en el hombro de la vía para poder apreciar el espectáculo frente a mis ojos. Como si hiciera falta más, la segunda parada fue inevitable, cuando al pasar el arco de bienvenida a Volcán, la neblina se abre y al fondo se aprecia con hermosa simetría mi objetivo. Detrás a su derecha una nube, del lado izquierdo otra moviéndose lentamente por delante. Justo en ese momento cae el sol e ilumina la cima de un color rojo intenso. Si esto se supone era un signo o mensaje celestial, cumplió su objetivo.

Llego al pueblo, disfrutando el ocaso de tonos amarillos cálidos. Cae la noche y me detengo en un mercado para comprar algo que cenar. Se empieza a sentir el frío.

0KM

Poco después decido confirmar la vía hacia Volcán, ya que llevaba un año sin ir y la vez anterior no iba manejando. Llego al lugar de inicio y disfruto un rato de la noche y su soledad. Vuelvo a bajar al centro. Ese fin de semana fui con un presupuesto limitado y decidí que puedo tomar siesta en el carro sin problemas. Igual serán pocas horas.

Es la media noche y a través de mi ventana puedo ver los fuegos artificiales celebrando el año nuevo. Al parecer había una competencia entre dos personas, ya que primero veía un grupo de luces hacia la izquierda, luego otro grupo a la derecha, alternando y viendo cuál podía ofrecer el espectáculo más luminoso y ruidoso.

Primer cambio, antes de empezar. Fueron advertidos.

Primer cambio, antes de empezar. Fueron advertidos.

Eventualmente son las 4:30A.M., como sé me toma unos 30 minutos llegar al punto de inicio, empiezo a manejar. Son las 5:00 A.M., preparo mi desayuno. Me dio pereza prepararme café por lo que tomo el sobre de polvo instantáneo y lo mezclo con la leche y taza de cereal que en poco tiempo termine de comer. Afuera aún hace frío por lo que permanezco dentro del auto. Cambio mi atuendo para este sendero y decido utilizar mis zapatillas de trillo. En ocasiones anteriores he usado mis botas con éxito pero las zapatillas han demostrado ser más ligeras y frescas. Solo debo cuidar mis pasos y tobillo, aunque esto es igual de cierto con las botas.

Espero a que haya un poco más de luz por lo que salgo del auto alrededor de las 6:30A.M.

Monto mi mochila, tomo mis trekking poles e inicio la caminata, la cual estaré documentado un poco más con fotos, selfies y vídeo los cuales luego al reproducirlos notaría que no me puedo escuchar hablar. En fin, ¡empezamos!

¡Empezamos!

¡Yay!

1KM

El primer kilometro lo hago mayormente siguiendo una carretera, que no es el único camino pero es el que recordaba. Llegamos a un punto donde se debe seguir la carretera o desviarse y perderse hacia una reserva de agua. Obviamente yo decido perderme a pesar de las marcas de rocas en el suelo señalando justamente que no es el camino.

Las rocas en el suelo dicen No, pero mis pies dicen ¡Sí!

Las rocas en el suelo dicen No, pero mis pies dicen ¡Sí!

Quiero recordarles que estos artículos, que no son de la sección de guías, desean compartir experiencias y esto incluye tener que ser honesto sobre errores y accidentes. Es parte de la aventura y siempre hay aprendizaje. Espero no consideren esto como querer dar mal ejemplo, no es la intención!

¡1KM! Y sigo vivo.

¡1KM! Y sigo vivo.

Retorno y rápidamente encuentro el camino y el letrero del primer kilómetro. Aquí debo compartir mi impresión de que luego del letrero y durante este próximo kilómetro la señalización aunque existe es muy poca. Con este preámbulo, continúo. Poco después hay un cruce con un río seco, río que por algún motivo decido seguir. El mismo se nota por restos de basura que ha sido utilizado por personas, aunque no es un sendero. Reviso la dirección de la ruta en el iPhone y empiezo a notar mi desvío. Sin embargo, no doy con el punto donde debí girar. Empiezo a revisar mi entorno y camino un poco más para entender mejor el terreno. En cualquier caso nunca tomo un paso o algo que me haga sentir inseguro y siempre me mantengo atento a mi ruta. Consiente de que puedo retornar fácilmente siguiendo el río seco de vuelta, observo que hay una pared y según el iPhone el sendero seguramente sigue por ahí, con lo cual mi memoria concuerda ya que había tomado esta ruta antes.

Luego de un tiempo de considerar si regresar o seguir buscando el punto de giro, decido ver si puedo subir una de las paredes. Las mismas tienen gran cantidad de ramas secas por lo que debía elegir una sección  menos inclinada y segura. Al encontrar una en la que me sentí confiado, empiezo a subir e inmediatamente paso de la oscuridad del bosque al iluminado sendero. Realmente lo recuerdo como el camino dorado de Oz.

Keep ya head right, keep ya game tight Ya might not make it through the night. Oh no disculpen me equivoque de Oz: We're off to see the wizard, The Wonderful Wizard of Oz do do do do do do do do do do

Keep ya head right, keep ya game tight Ya might not make it through the night. ¡Disculpen! Me equivoque de Oz: We’re off to see the wizard, The Wonderful Wizard of Oz, do do do do do do do do do do

Resuelto este primer problema y viendo que el resto del sendero se observa claramente, decido seguir. Con el sendero marcado por su uso se hace más fácil caminar, aunque si hay por lo menos 4 troncos durante este kilometro que se encuentran varados en medio del trayecto y obligan a pasar por debajo, lo cual es algo incomodo llevando 30 libras de carga.

2KM

Ahí dice 2KM, tienen que creerme!

Ahí dice 2KM, tienen que creerme!

Llegando al 2KM, la señalización tanto oficial como de cintas, pintura en aerosol y marcas de machete en los árboles empiezan a guiar la ruta que hay que seguir. En este sentido se hace bastante sencillo navegar de ahí en adelante. Llego a «El Comedor» y poco después me acompañan los rayos de sol pasando a través de las hojas del frondoso bosque, resaltando más aún el camino dorado por las hojas caídas sobre el sendero.

Poco a poco se empieza a notar más la inclinación, aunque en esta sección la subida aún no es extenuante y provee un buen ejercicio mañanero. El sonido de aves alrededor se suman al de las ramas de árboles y a veces se confunden. Poco después, en una loma, observo huellas de suelas. Como imaginé, otras personas estarían aprovechando para subir y bajar en estas fechas. Lo que no me esperaba fue una huella que en el momento me extrañó ya que estando tan cerca de una huella humana parecía de una mascota. Pero igual decidí tomarle fotos. Lastimosamente la iluminación de la loma era pobre y no logré tomar una fotografía clara. Lo cierto es que entre mi recuerdo, la fotografía y consultando luego con colegas se pudo determinar que la huella pertenece a un felino. Me sorprendí a mi mismo ya que por lo general no detecto por mi cuenta este tipo de detalles durante senderos, asumo por el apuro de estar en un grupo y tener por lo general solo el objetivo de llegar a una cima.

3KM

Les prometo que detrás hay un letrero que dice 3KM.

Les prometo que detrás hay un letrero que dice 3KM.

Prosigo mi caminata y alrededor de las 11:00A.M. llego al punto de descanso que elegí con antelación. Es una sección que le llaman «El Mirador». Para llegar se recomienda subir con cautela una pared que hay de rocas. Desde aquí obtienes las primeras vistas altas del bosque, ya desde afuera y no adentro del mismo. Aquí tomo mi descanso y me como una clifbar. Las clifbar para mi son una relación amor/odio ya que no soy fanático de la textura seca pero lo cierto es que tienen varios sabores y por experiencia anterior suelen ofrecerme energía inclusive si no hubiese desayunado antes de subir un cerro.

Disfruto de las vistas, tomo algunas fotos y vídeo y empiezo a caminar nuevamente.

 

Mirando en "El Mirador"

Mirando en «El Mirador»

Luego de caminar unos pocos metros escucho, detrás de mi, movimiento desde la salida al mirador. Me han alcanzado una pareja de extranjeros, a quienes decido darles paso ya que obviamente iban más rápido. Solo cargan ropa ligera y bolsas pequeñas de gimnasio. Ellos siguen por delante y empiezan a notar que después del mirador toca descender un poco. Les menciono que es normal y que próximamente «viene lo bueno», en inglés ya que su conocimiento de español era poco.

En esta sección hay una parada interesante en el único punto donde uno se puede abastecer de agua. En mi mochila llevaba 2.5L de agua en el camelback y tal vez medio litro de jugo de naranja que compré la noche anterior. Les muestro a la pareja el lugar, en caso tal necesiten agua pero advirtiendo que la misma no es recomendable tomar sin filtrar, aunque es mejor que deshidratarse. Para ahorrar peso decidí no tomar agua. Gracias a la experiencia de Cerro Trinidad y 1 año de senderismo me enseñó a controlar mi sed y ser más eficiente con este recurso.

Conversando con el par me entero que planean subir hasta la cima y retornar el mismo día por lo que me siento obligado a sugerirles que si no pueden retornar por la ruta de Boquete será importante que vayan más rápido, observen bien la ruta para el retorno y que es muy seguro que les tocará parte del trayecto de noche. Además, muchas personas suelen perderse al no utilizar guías. Tomando nota de eso empiezan a apurar el paso y no sería hasta mucho más tarde que los volvería a ver.

Después de subir y descender el mirador aún hay algo de bosque que caminar, aunque esto es bueno porque llegar alrededor del medio día ofrece una cobertura natural del fuerte sol que hacía. De todas maneras al ganar altura se empiezan a notar los cambios, especialmente en la vegetación. Hay un período de transición en el que se ven árboles con plantas cortas, algunas blancuzcas y otras coloridas.

Viene lo bueno, ahora sí.

Viene lo bueno, ahora sí.

Eventualmente salgo del bosque, donde empieza a predominar la vegetación de media montaña. Al mismo tiempo, el sol empieza a sentirse con mayor intensidad. El terreno cambia de las doradas hojas muertas a rocas sueltas. Poco después empiezo a ver un grupo en descenso acercándose. Converso brevemente con el primero en llegar, quién dice ser el guía de una pareja que les sigue detrás. La conversación se convierte en una excelente excusa para descansar unos minutos. El joven me comenta que ya ha subido en 28 ocasiones hasta la cima y que habían acampado el día anterior para ver el amanecer de año nuevo. Yo le comento sobre mi dificultad al inicio pero que me siento confiado de poder llegar antes que caiga el sol al último kilómetro y podría estar cerca de la cima alrededor de las 5:00P.M. . El guía me responde que cree llegaré más bien a las 6:00P.M., lo cual no me molesta ya que aún habría tiempo para poner la tienda con luz. Saludo a la pareja y al finalizar la conversación nos despedimos todos y seguimos nuestros caminos.

4KM

Las rocas sueltas del suelo empiezan a conspirar con una pendiente más pronunciada, y es aquí que inicia el mayor reto. El cansancio se empieza a notar más y hasta los letreros del 4KM y 5KM, se ven cerca pero uno siente que nunca llegan. En todo caso mantengo un ritmo estable y con descansos breves para no perder momentum. Estas cortas pausas siempre recompensan: al mirar de frente el sendero parece interminable, pero solo hay que mirar hacia atrás e inmediatamente logras apreciar lo que con gran esfuerzo has logrado. Desde que inicié, no me saco de la cabeza la canción «Come on Let’s Go» de Broadcast.

5KM

Llega la famosa sección «el arenal» y «del cable», donde el sendero se vuelve arena y cada paso requiere el doble de esfuerzo ya que tus pies se hunden más. Aunque algunas personas se han quejado del uso del cable, en mi experiencia anterior noté que existen senderos laterales que con cuidado se pueden caminar con menor inclinación. Se siente largo el trayecto, pero no lo considero como la peor parte. Una vez superada, tomo un descanso y veo a lejos dos personas descender. Los espero antes de continuar. Cuando pasan observo que era una pareja de padre e hijo quienes también tuvieron la excelente idea de aprovechar el día. Nos saludamos, me pasan y sigo.

No es mucho después que empiezas a notar que los cerros de roca que se veían tan lejos ya están cerca. Veo gorilas en vez de rocas, aunque sé no estoy delirando. Es solo una extraña ilusión que al parecer asocio entre ambos colosos.

"Kissing Gorillas" ˘¿Quién lo vio?

«Kissing Gorillas» ˘¿Quién lo vio?

Durante estos últimos kilómetros, desafortunadamente es cuando aparecen la mayor cantidad de desechos no solo de botellas plásticas, sino de lo que pudo aparentar ser una posible orgia: camisas, pantalones, ropa interior. Pero claro, las botellas plásticas y demás basura no podían faltar. Hago nota mental de intentar recoger basura durante el retorno, aunque sea un gesto simbólico.

Desde poco antes y hasta la cima me tomé el ejercicio de observar las botellas plásticas y ver cuales podrían tener aún agua almacenada. Por curiosidad y para ahorrar mi propia agua extraje el líquido, de las que encontraba, dentro de la botella del jugo que ya me había tomado. Al final llegue a recoger 500ml. de agua la cual me atreví a tomar usando el filtro, claro.

6KM

Aún falta, pero, ¡ya casi!

Aún falta, pero, ¡ya casi!

Superadas las rocas, me encuentro con la vista que esperaba. En el 6KM, siendo las 3:00P.M., ya se pueden apreciar tanto la base de las torres de antenas y la cruz en la cima con perfecta claridad. Solo caminar un poco más y puedes ver también hacia abajo «el crater». Espero poder visitarlo en una próxima ocasión, aunque mi objetivo era seguir. En este punto me encuentro nuevamente con la pareja de extranjeros, quienes ya retornan de la cima. Conversamos brevemente y me confirman que fue una experiencia bonita aunque muy corta. Deben apurarse así que nos despedimos. Tomo un descanso, nuevamente apreciando la hermosa vista. Veo la neblina pasar sobre el crater y decido continuar caminando. En el trayecto me impresiono a mi mismo ya que hace casi un año atrás a estas alturas me sentía completamente agotado y con mucho dolor en los hombros y piernas, además de haber tomado aún más tiempo el mismo recorrido, mientras que en esta ocasión aún mantengo energías y las incomodidades son menores en comparación.

7KM

Llego a dos minutos antes de las 4:00P.M. a la intersección entre el sendero hacia la cima y las bases. Nuevamente orgulloso de mi tiempo y de haberle comprobado a un desconocido que jamás veré nuevamente que pude llegar antes de lo que él pensaba, me dirijo a la base de antenas para buscar donde acampar. Mientras me acerco siento el sonido del bajo de la música en el área y me hizo pensar que ruido tendrían algún grupo de campistas. En lo que llego y aprecio el lugar, identifico la música como rock de los 80s, por lo que no me puedo quejar mucho, aunque no venía de ningún campamento.

Descanso sobre nubes.

Descanso sobre nubes.

En ese momento no demoran en subir por la loma de la ruta de Boquete otro guía con otra pareja. Nos saludamos y procedo a ubicar mi espacio donde estaré acampando. Instalo mi tienda, sobre la cual pega el sol directamente a estas horas por lo que me alejo momentáneamente del área y me encuentro con el guía y el guardia de la base de antenas, quien además era el responsable de la música local. Él me pregunta sobre las distintas personas que vi subiendo y bajando en el camino, información que con gusto comparto. Aprovecha para comentar que puede preparar un chocolate caliente, pero solo tiene el agua. Captando la indirecta le ofrezco un chocolate que traje.

"Basecamp"

«Basecamp»

El cuarto del guardia es el único lugar actualmente donde hay un baño, cocina y camas. Sin embargo, existe una mala fama sobre el área ya que depende mucho de la persona que esté cuidando de turno, el cual dura 15 días. A veces te puedes encontrar una persona que por cuidar sus propios recursos no puede ofrecerte ni agua. En esta ocasión Jaime estuvo dispuesto a ayudar a todas las personas que llegaran al lugar. Necesitaban una estufa? Ver TV? Té? Café? Una de las 4 camas en el lugar? Todo esto fue ofrecido. El baño lastimosamente hubo un incidente por algún visitante que no supo cuidarse y se encontraba averiado, para molestia de Jaime e inconveniente de quien lo fuera a necesitar luego. Aquí vemos que algunos visitantes dan mala fama también al lugar.

Atardecer

Luego de entregar el chocolate, aún tengo tiempo antes del atardecer por lo que instalo mi estufa para preparar mi cena. Había llevado una pasta y salsa con unos chorizos. Sin embargo, tenia 1.5L de agua para el retorno por lo que decidí cocinar solamente los chorizos y hacer unos «wrap» con tortillas y frijoles que también llevé. Preparé dos pero solo pude comerme uno y medio, no sentía tanta hambre.

Finalizada la cena, camino un poco por el área hasta aproximadamente las 6:00P.M., cuando decido subir a la cima. Esta parte del trayecto es corta aunque si requiere subir una pared de rocas, con un par de rutas divertidas para elegir.

Atardecer Volcán Barú Ene 2016

Recompensa después de más recompensas. Y no sería la última.

Al llegar a la cima, primero veo la cruz, y justo debajo un animal con cola larga peluda y largo hocico. Al notar mi presencia se paraliza por un segundo y yo aprovecho para encender la GoPro. Para cuando encienda la cámara ya el animal va bajando con agilidad por lo que, para mí, es un precipicio. Logro tomarle un par de fotos a lo lejos, las cuales luego me ayudaron con el apoyo de mis colegas a identificarlo como un Nasua, o gato solo. Aprovecho las vistas sobre las nubes y con el sol cada vez más cerca del horizonte. Poco después llega el guía con la pareja que luego me comentarían son suizos. Acomodo la GoPro para capturar todo el resto del atardecer y con la compañía disfrutamos del show. El primero de enero del 2016 pude haber empezado desde abajo, pero fue aprovechado para subir hasta el punto más alto del país.

Noche

Swanky

Swanky

La noche cae y con ella llega el frío rápidamente. Aceptamos la invitación de Jaime para pasar un rato en el cuarto de guardia. La TV pasando películas dobladas en español, mientras el guía, que espero recordar su nombre correcto es Marvin, prepara una cena para sus clientes. Converso con Jaime sobre mi viaje, de donde vengo y sobre su trabajo. Él aprovecha para consultarme sobre una laptop que tiene ahí, la cual conectada a Internet (me pregunto que tipo de conexión tendrá, no le pregunte) descargó Windows 10 pero no sabía como proceder a instalarlo. Le apoyo en la tarea y seguimos conversando. Me cuenta sobre el baño, sobre las personas que han traído Drones (aunque ya me sabía un cuento) y también de alguien que hace no tanto llevó una gaita (luego encontraría en instagram la evidencia) a la cima y al parecer tocó Amazing Grace. También conversamos sobre gustos musicales y una de las cabañas que era de Aeronáutica Civil, pero por desuso está siendo traspasada al Ministerio de Ambiente para que tengan un puesto de control y sea más fácil cobrar a los turistas. Ambos concordamos en que ese dinero debe usarse para mantener mejor el área e instalar un baño adicional para uso publico.

La cena está servida para los suizos, pero poco después a pesar de haber declinado ya que había cenado, Marvin me ofrece un plato con tasajo, ensalada y arroz con vegetales que fue imposible negar. «Destacado» describiría yo la comida al terminar, agradeciéndole por la gentileza.

También tengo una breve conversación en inglés con la pareja suiza, quienes con leve ironía me cuentan que viajan para escapar del frío de su madre patria. Mientras tanto, Marvin les prepara afuera sus tiendas de campismo. A las 8:00P.M. tuve que resistir la tentación de ver El Caballero de la Noche ya que me esperaba un día largo la mañana siguiente. Doy las buenas noches y me retiro.

Basado en experiencias anteriores, siento más frío en los pies cuando he estado en Volcán, por lo que decido usar mi abrigo para cubrirlos y una capa base debajo de mi camisa. No encuentro uno de mis guantes delgados por lo que intento utilizar uno de los guantes gruesos que traje. El termómetro de mi reloj dentro de la tienda llega a marcar desde 7 hasta 11 grados centígrados a través de las varias ocasiones que desperté en la noche. Mi sleeping pad auto-inflable aparentemente tiene una fuga, la cual no pude detectar antes ya que lo había estado prestando en los trips anteriores. Esto no elimina la protección del frío pero si hace menos cómodo recostarse de lado. Hago nota de mi intención de conseguir un pad más corto como una mala idea: A pesar de usar el sleeping bag, apenas mis pies abrigados salen del pad se siente el frío del suelo.

Amanecer

Suena la alarma que programé para las 5:30A.M., aunque ya estaba despierto. Poco antes habían llegado un par de autos que utilizan la ruta de Boquete para llegar en un par de horas a la base de antenas. Intento encender mi lampara pero la misma no funciona. El frío debió haber causado daños. No es la primera vez. En las dos ocasiones anteriores el frío ha desgastado por completo las baterías del iPhone y quebrado el plástico de un accesorio de la GoPro. Afortunadamente, la lampara enciende por cuenta propia poco después. Utilizo su luz para ubicar nuevamente mi guante perdido, esta vez con éxito. Tomo mi abrigo, GoPro y empiezo a caminar por el área. Me dirijo hacia los autos y observar quienes estaban ahí. Luego hacia el cuarto para ver si se encontraba Jaime, quien anoche me había ofrecido un café para la mañana, pero al parecer aún dormía. Ahí me encuentro y conozco a Alex, uno de los conductores de los todo-terreno. Nos presentamos y casi de inmediato me ofrece chocolate caliente. El Trail Magic es real!

Trail Magic es un termino que se utiliza principalmente en el Appalachian Trail. Leyendo un libro sobre uno de los aventureros que deciden tomar la ruta con más de 2000 millas de trayecto aprendo sobre este fenómeno, en el cual durante el sendero te encuentras ya sea con vida animal salvaje que sería extraño encontrar o con personas desconocidas que gentilmente te ofrecen comida y bebida o un aventón sin esperar nada a cambio.

¡Gracias Alex! Era el 4x4 negro pero este de la misma agencia tenía mejor iluminación.

¡Gracias Alex! Era el 4×4 negro pero este de la misma agencia tenía mejor iluminación.

Disfrutando de un chocolate caliente conversamos sobre mi decisión de tomar la ruta de Volcán, lo cual le impresiona. Me presenta uno de los participantes del tour. Durante una pausa en la conversación, llega un muchacho desde la ruta de Boquete quien al parecer no habla español y parecía buscar ayuda. Le pregunto que necesita y me indica que está interesado en retornar en uno de los todo-terreno. Le presento a Alex, quien le informa que desafortunadamente ambos autos vienen, ciertamente, llenos. Nada costaba preguntar. Poco después la pareja suiza aparece y me indican que Marvin aún no ha despertado y están esperándolo para subir.

Empieza a alumbrarse el área por lo cual informo que voy a la cima y me despido de Alex en caso de no verlo nuevamente, agradeciendo una vez más por su amabilidad.

Subo nuevamente y ya hay unos dos muchachos en la cima. Uno de ellos solo cubierto por una tela baila para generar calor. El otro se encuentra tranquilo esperando el Sol. Busco donde ubicar primero la GoPro y luego a mí para recostarme y disfrutar del amanecer. Llegan un par de miembros del tour de Alex y la pareja suiza con Marvin. El amanecer no decepciona a ninguno de los aventureros ahí presentes. Escuchando la conversación uno de los muchachos (no el que bailaba), ya ha subido por cuarta ocasión en solo una semana.

Desconocidos comparten un momento **abro el diccionario** etéreo, efímero e irrepetible.

Desconocidos compartimos un momento **abro el diccionario** etéreo, efímero e irrepetible.

Terminado el espectáculo, que siempre es diferente aunque sea de manera sutil, retorno a la base en donde ya Jaime se encuentra despierto y tenía el café preparado. Ya estaba ahí el muchacho que ha subido por cuarta ocasión. Jaime le pide que en su próxima subida traiga té para ofrecer a quienes no toman café, que fue el caso de un muchacho que se encontraba ahí aunque ya pronto se retiraría. Igualmente yo al finalizar mi café y una breve conversa paso a mi sitio de campamento para recoger la tienda y mis cosas. Separo parte de la comida empacada que no utilicé para ofrecérsela a Jaime, incluyendo un sobre de té. Paso una vez más a despedirme de Jaime y agradecerle por su enorme hospitalidad, a lo cual él me responde reconociéndolo como parte de su labor.

Retorno

Son las 8:00A.M. Emprendo mi retorno por la misma ruta que subí. El mismo, para ser honestos, me pareció mayormente monótono y abrumador para mis pies por el constante descenso. Mi plan de recoger basura se vio inicialmente afectado cuando noté que no traje una bolsa para ello, sin embargo encontré una guindando de una rama de árbol. Con ella recogí las botellas de plástico y una lata de tuna abierta, preocupado pudiera causarle daño a alguien que la pisara. Como mencione antes el gesto sería mayormente simbólico ya que aún quedaría gran cantidad de basura, mucha de ella sobre los acantilados.

Todo lo que sube...

Todo lo que sube…

Al pasar la sección que era más sencilla en la subida por el bosque, ahora las hojas sueltas en declive resultan difíciles y sumamente resbalosas, lo que ralentiza mis pasos. A excepción de un hermoso colibrí de gran tamaño comparado con los vistos en otras regiones, no encuentro vida silvestre de interés. Como ya había pasado la mañana, el sendero perdía su color dorado. Cuando llego al área de la fuente de agua hay abejas, lo que me causa temor, aunque la sed era mayor. Con cautela, pero lo más rápido posible, recojo agua en la botella de jugo. Aún tenia agua en mi camelback pero ya había aprendido a mantener reservas para un retorno seguro. En el sendero también empezaban a notarse más las ramas en el suelo y así recordé los cuatro troncos que debía pasar por debajo, esta vez con mayor cansancio. En ese momento sentía como si la montaña no quería dejarme ir.

A pocos metros del sendero después de la fuente escucho un grupo de personas que van subiendo. Igualmente al acercarme al comedor hay un grupo de adolescentes explorando sin supervisión en el área. Espero no tuvieran planes de ir a la cima porque no llevaban absolutamente nada para ello.

Al llegar al comedor se encuentra una familia, con dos pequeñines pasando un buen rato. La niña me anuncia que solo me faltan 2 y medio kilometros para terminar. Les saludo y agradezco la información pero sin detener mi paso. Las ganas de terminar son enormes.

Al acercarme al último kilometro me mantengo atento para verificar donde fue mi desvío donde el día anterior me perdí temporalmente. Eventualmente llego al punto donde escale la pared y sigo caminando el sendero. Llego a una intersección que cruza con el río seco y ahí aprendo que debió ser donde me desvié. Con la lección sigo el camino y poco después me encuentro con la carretera del primer kilómetro. En el trayecto veo grupos de personas explorando el área por otros senderos.

Al fin llego al letrero de inicio, donde hay otra familia tomándose fotos, aunque no creo tuvieran el plan de subir. Hago una última grabación inaudible con la GoPro mientras camino hacia el auto, donde me espera una botella de litro y medio de agua afortunadamente a temperatura fresca, a pesar del sol que hacía a las 2:00P.M. Descanso un momento y arranco el auto.

Hago una parada obligatoria en Cerro Punta para comer fresas, pero mi próxima misión sería buscar una hamburguesa en David en Smokin’ Mamas.

La mejor hamburguesa de David.

La mejor hamburguesa de David.

El primero de enero del 2016 pude haber empezado desde abajo, pero fue aprovechado para subir hasta el punto más alto del país.

Despedida de tierras altas.

Despedida de tierras altas.

Categories: Aventuras

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